La práctica de Mindfulness permite desarrollar la inteligencia emocional en los niños, permitiendo:
- Reconocer sus emociones con mayor facilidad.
- Expresar de una mejor manera esas emociones que ya saben reconocer y logran una mejor tolerancia a la frustración.
- Aplicar técnicas de respiración consciente que favorecen la regulación emocional.
- Aplican estrategias para enfocar su atención en sí mismos y en otras actividades, en vez de enfocarse en las preocupaciones.
- Fortalecen su consciencia corporal, se conectan con el cuerpo y sus sensaciones.
Aprender a identificar y a manejar bloqueos causados a partir de pensamientos limitantes.